El Manchester City dio vuelta la serie ante el Everton y se clasificó a la final de la Copa de la Liga en el estadio de Wembley en la que enfrentará al Liverpool que ayer le ganó por penales al Stoke City.
Una de las competiciones más importantes de Inglaterra ya tiene a sus dos finalistas que el 28 de febrero lucharán por quedarse con la primera de las copas que organiza la federación inglesa.
El primero en clasificar fue el Liverpool que el martes recibió al Stoke City, a quien aventajaba la serie tras haberle ganado por 1 a 0 en el Britannia Stadium con gol de Jorden Ibe, y lo derrotó con tiros desde el punto del penal. En los 90 minutos reglamentarios, el conjunto de Mark Hughes venció por la mínima al de Jürgen Klopp con un gol en posición adelantada del austriaco Marko Arnautovic, lo que significó mandar el encuentro al alargue y luego a los penales donde el local se impuso por 6 a 5.
El rival de los reds en la final podía darse entre dos rivales que prometerían un partido de alto calibre. Por un lado estaba el Manchester City de gran andar en la premier y por el otro, nada mas ni nada menos que el clásico de toda la vida, el Everton.
Al partido de vuelta, el otro conjunto de la ciudad de Liverpool llegaba con un resultado a favor tras haber derrotado al equipo de Manchester por 2 a 1 en Goodison Park. Sin embargo, esta tarde en el Etihad Stadium, el City, con todo el arsenal de argentinos en su alineación, daría vuelta la serie y se metería de lleno en la final en Wembley. Fue 3 a 1 para los locales, que comenzaron perdiendo con un gol de Ross Barkley pero rápidamente Fernandinho empató el partido. Luego, en el segundo tiempo, se revertiría la serie primero a través del gol de Kevin De Bruyne, en una jugada con polémica ya que antes del centro de Raheem Sterling para el gol del belga, el balón había salido del campo en su totalidad, y luego con el tanto del argentino Sergio Agüero de cabeza que sentenció el definitivo 4 a 3 en el global.