En una nueva jornada plagada de errores
arbitrales, el Barcelona de Luis Enrique se llevó un nuevo triunfo en el Camp
Nou para seguir de festejo en estas fiestas.
El espectáculo comenzó en el estadio azulgrana
con la entrada del equipo culé con Andrés Iniesta a la cabeza, cargando el
último trofeo conseguido en la edición 2015 del Mundial de Clubes. En esa
ocasión, el Barcelona enfrentó al último campeón de la Copa Libertadores de
América, River Plate obteniendo como resultado un 3 – 0. Los goles estuvieron a
cargo de Lionel Messi y Luis Suárez. Hoy, frente al conjunto
liderado por José Perez, los determinantes goleadores fueron los mismos que en
aquel encuentro.
La lucha por ganar comenzó de manera extraña. A
los 16’ se completa el primer cambio por lesión en Betis. El defensor Bruno
Cabrera tuvo que salir del campo de juego para dar lugar al ex River Plate,
German Pezzella. Veinte minutos más tarde, se produjo un nuevo cambio en el
Betis también por lesión, salió el otro defensor de 32 años, Heiko Westermann y
entró el mediocampista Didier Digard. Para ese momento el partido ya navegaba
por aguas turbias en cuanto al arbitraje. El juez encargado de la justicia fue
Iñaki Garrido, quién en varias oportunidades dejó que los jugadores planteen
sus propias reglas poniendo en riesgo la armonía de juego y creando tensión
entre ellos. Tal es así, que al final del primer tiempo, se produjo un choque
entre Sergi Roberto y Francisco Molinero, quien sufrió un corte en su rostro.
A la mitad del primer tiempo entre idas y
vueltas, el partido se tornó entretenido en cuanto a chances claras de los dos
bandos. En el minuto veintitrés, avisó el Betis con Daniel Ceballos a la cabeza
acercando el balón hasta unos pocos metros de la línea de gol, pero fue
interceptado por el brasileño Daniel Alves. Tres minutos más tarde, el
cuestionado Garrido le regaló un penal al equipo blaugrana cuando el arquero
Antonio Adán chocó a Messi en un intento por defender su arco. El encargado de
patear el balón a los 29’ desde los doce pasos fue Neymar Jr. El esférico pegó
en el travesaño y quedó en juego hasta que Westermann, intentando despejar el
área, introdujo el balón en su propia portería.
Como si el dudoso fallo del árbitro no hubiera dado
suficiente material para analizar, hubo dos cuestiones más para agregar a esta
escena. El brasileño Neymar, al ejecutar el penal, lo hizo con sus dos piernas,
lo cual, si tuviéramos que poner acento en las reglas de fútbol, invalidaría el
penal y se cobraría un tiro libre indirecto para el conjunto verdolaga. Por
otro lado, antes de que el delantero ejecutara el penal, el croata Iván Rakitic,
invadió la medialuna, provocando la ira de muchos de los jugadores rivales. En
medio de la turba provocada por el patético arbitraje, el DT del Betis fue
expulsado del campo de juego por su verborragia ante las injusticias cometidas.
A los 33’ llegaría un nuevo tanto a cargo de
Leo Messi, con una fantástica asistencia de su compañero Neymar y luego le tocó
el turno a Sergio Busquets asistiendo al frenético Luis Suarez para convertir
el tercero a los 46’ del segundo tiempo. Si bien el Betis hacía lo posible para
desarrollar jugadas y lograr asustar al rival, la posesión de la pelota era
absoluta. El equipo de Luis Enrique se encargó de generar espacios y paredes para
que sobre el final, el pistolero anotara su segundo gol.
Al finalizar el encuentro, Messi se acercó a
dar sus primeras declaraciones y afirmó que fue un partido muy extraño. También
habló sobre el rendimiento del equipo dejando en claro que venían de unos días
de vacaciones y que es normal volver a agarrar el ritmo de a poco. Por otra
parte, el portero español también dejó algunas palabras. “Hemos tenido varios
lesionados y eso hace que pierdas un poco la concentración,” y agregó “más allá
del resultado, el equipo ha sido valiente”.
A pesar de ciertas curiosidades que nos dejó el
partido, fue un encuentro especial para Leo Messi quien festejó sus 500
partidos con la camiseta de Barcelona. Además el club superó el record que
tenía el Real Madrid con 178 goles convertidos en el 2014. Este año, los culés
convirtieron en 180 oportunidades.
En otros resultados, se destacan los goles y triunfos de los argentinos durante este mediodía. Los seleccionados Ángel Correa y Éver Banega
convirtieron para el Atlético de Madrid y el Sevilla, respectivamente. Y por
último, el delantero Sergio Araujo convirtió el tercer gol para Las Palmas, que terminaron victoriosos enfrentando a Granada. Una
gran tarde para los argentinos en Europa.